Elia y Rubén se conocieron en León un caluroso agosto de 2015. Risas y gin tonics en la barra de un bar. Después de aquella noche cada uno siguió su camino. Él en Madrid y ella en León. «El verano siguiente nos reconquistamos», confiesa la novia. Elia se trasladó a la capital cuando acabó la especialidad y nunca más tuvieron dudas.
En julio de 2020, en el Parque de las Siete Tetas de Madrid, ella le pidió matrimonio y él dijo SÍ. «Fue un año de incertidumbre pero nunca nos planteamos posponer la boda. Tuvimos una ceremonia civil preciosa, elaborada con mucho amor por amigos y familia. Fue un día divertidísimo lleno de lágrimas, abrazos y risas. Esa sensación que duró semanas de que todo el mundo estaba tan agradecido y había disfrutado tanto es increíble».


Elia nos cuenta que una de las cosas que más disfrutó de los preparativos de la boda fue la creación de su vestido de novia. Ella, una enamorada empedernida de lo antiguo y de reinventarlo todo, algo que siempre ha formado parte de ella, y que cuadraba perfectamente con la esencia y estilo de nuestro atelier. «Toda la familia de mi padre estaba maravillada de que hubiéramos reconvertido aquellas sábanas de mi abuela en algo tan bonito, y con los pendientes y el abanico que eran también de mi abuela. Y así ella nos pudo acompañar de alguna forma en un día tan especial».


El vestido de Elia, un homenaje a su abuela
Lo más destacado del vestido de Elia es que recuperamos los bordados y los encajes de unas antiguas sábanas de su abuela. El segundo punto fuerte de este diseño a medida es que utilizamos todo sedería de la más exquisita calidad. La base del vestido, estilo lencera, estaba confeccionada en crepé y el abrigo en una muselina de seda. Y por último, a destacar el concepto único del vestido: una base en crepé de seda mate a medida y con escote en V, para la parte de la espalda creamos un cuádruple tirante fino para dotar al diseño de una identidad más decorativa y de ciertos aires Art Decó.
El abrigo se creó con la idea de hacer una prenda ligera pero que asumiese las características propias de un abrigo clásico. Las solapas estaban integradas en un elegantísimo cuello tipo smoking. Aquí se incluyeron los bordados de la sábana de su abuela, creamos además un tipo de hombrera específica de abrigo, más levantada de lo normal, y realizamos una manga corta con unos puños vueltos. En definitiva, el abrigo del look de novia de Elia era una mezcla perfecta entre sastrería masculina historicista pero llevada a nuestro tiempo actual.
Créditos:
Fotografía: Eme photo
Vestido: Laura Escribano
Zapatos: Lupe Ramos
Ramo: Ikebana flor
Finca: Balneario El Raposo
Traje Novio: toque de sastre